«Día y noche» es uno de los cortos más admirables de Pixar, esa factoría de joyas y clásicos instantáneos/contemporáneos ya sea en formato corto o largometraje. En concreto, esta pequeña perla se estrenó en cines como prólogo a otra obra cumbre de la animación de esta filial de Disney: Toy Story 3.
«Día y noche» nos presenta una dualidad a diferentes niveles: el argumental, el día versus la noche; y el trasfondo, la animación tradicional versus la moderna (CGI en 3D). Conjugando estos dos conceptos de esta manera tan original, nos transmite que ambos mundos son complementarios: que no debemos renunciar al pasado (necesario para llegar a donde hoy estamos), y además que no debemos temer a lo nuevo solo porque es desconocido:
Fear of the unknown. They are afraid of new ideas. They are loaded with prejudices, not based upon anything in reality, but based on… if something is new, I reject it immediately because it’s frightening to me. What they do instead is just stay with the familiar. You know, to me, the most beautiful things in all the universe are the most mysterious.
Estas son las palabras del escritor y pensador Wayne Dyer que se emiten por radiofrecuencia:
Miedo a lo desconocido. Miedo a las nuevas ideas. Están llenas de prejuicios, pero no se basan en la realidad sino en la idea de que si algo es nuevo, debe ser rechazado porque es nuevo. Eso obliga a todos a quedarse con lo que ya conocen. Y para mí, las cosas más bellas el universo son las más misteriosas.
Sin lugar a dudas, Pixar es un referente en el cine actual de animación, y también de la no animación. Su apabullante técnica, se complementa a la perfección con un contundente esquema narrativo y argumental; otra dualidad necesaria para que esculpir joyas a cada proyecto sea posible.
Estoy seguro que dentro de 100 años Pixar estará dentro de los pilares del séptimo arte como hoy lo está Chaplin o Welles.